Melamil®
Complemento alimenticio a base de melatonina al 99% que ayuda a conciliar el sueño
La llegada del otoño trae consigo un cambio en las temperaturas, lo que significa que es hora de ajustar el armario de toda la familia. Vestir a un bebé en esta estación puede ser un desafío, ya que es crucial encontrar el equilibrio perfecto entre comodidad y las diferentes sensaciones térmicas que puede haber a lo largo del día.
En otoño y en invierno hay muchas menos horas de sol, que es la mejor forma de sintetizar la vitamina D, ten presentes los alimentos ricos en vitamina D para bebés estos meses.
Queremos compartir algunos consejos para garantizar que tu bebé esté abrigado tanto durante las horas frescas como en los momentos calurosos de otoño.
Pero ten en cuenta que el termostato de los niños no es el mismo que el nuestro, y, más allá de los primeros meses en los que aún no pueden regular por sí mismos la temperatura corporal, no hay que excederse en el abrigo y podemos ponerles la misma ropa que llevamos nosotros.
Si hablamos de recién nacidos, debes saber que tu bebé hasta los tres meses no será capaz de regular la temperatura por sí mismo, si lo llevas pegado al cuerpo en un fular o mochila de porteo deberás abrigar las partes que no están en contacto con tu cuerpo.
Y en caso de llevarle en capazo o en carrito tápale con una manta o piensa en ponerle siempre una capa más de la que llevas tú.
Los sacos de paso para los capazos o el cochecito serán tus aliados en las horas del día de más frío.
Las capas de ropa son una muy buena opción. Un bodie interior, su camisetita y una prenda de abrigo, que se pueda poner y quitar fácilmente, encima. Calcetines altos y pensar siempre en abrigar también la cabeza.
Usa tejidos frescos y de algodón, que sean transpirables, sobre todo si van a estar en contacto directo con la piel.
Cuidado con los tejidos polares o mantas de lana, si tu bebé suda en exceso y el sudor no se puede evaporar puede quedarse frío en contacto con la ropa mojada.
Es normal que tu bebé tenga las manos o los pies fríos, su sistema circulatorio periférico aún es inmaduro, pero para saber si les has abrigado demasiado o no lo suficiente, puedes tocarle la nariz o deslizar una mano por la espalda, si la ropita está mojada es porque ha sudado demasiado y en ese caso es mejor quitarle alguna capa.
Protege a tu bebé de los cambios bruscos de temperaturas, si va con un saquito en el carro por ejemplo y entráis en algún lugar climatizado.
Planea las horas del día en las que vas a estar fuera, mira la previsión meteorológica y la hora en la que se pone el sol. La bajada de grados cuando anochece en otoño puede ser muy acusada. Las mejores horas para el paseo son las de media mañana hasta primera hora de la tarde.
Los complementos van a ser tus aliados estos meses, tanto para crear el look de tu bebé como para asegurarte de mantenerle calentito fuera de casa, pero no abuses de los guantes y los patucos, los bebés y los niños aprenden mucho del entorno con las manos y ponerle guantes les priva de explorar el mundo con el tacto.
Si le pones a tu bebé botitas de invierno para protegerle los pies, que sean blanditas, no molesten en la movilidad del tobillo y la suela sea flexible para que, si apoya o si ya empieza a dar sus primeros pasos, le permitan libertad de movimientos a la vez que fortalece la musculatura del pie sin soportes rígidos que le modifiquen la pisada.
Además de los zapatos blanditos, piensa en que cuando tu bebé empiece a gatear y a caminar tienes que buscar que el jersey o la chaqueta le permitan moverse sin problemas.
Disfruta de los colores vibrantes del otoño y las experiencias acogedoras que esta estación tiene para ofrecer. ¡Prepárate para capturar esos adorables momentos mientras tu pequeño explora el mundo con estilo!