Actividades y juegos para estimular el desarrollo de tu bebé

Desde que un bebé viene al mundo comienza a desarrollar la capacidad de la atención y del aprendizaje. Como padres, estimular el desarrollo de tu pequeño recién nacido durante el primer año de vida es necesario y fundamental para que pueda tener un crecimiento físico emocional y cognitivo apropiado a su crecimiento.

El juego es el elemento primordial en estas edades tempranas para obtener el progreso mencionado, actividades que no solo fortalecerán de forma definitiva el vínculo entre padres e hijos, sino que promoverán activamente las habilidades motoras, cognitivas, sociales y lingüísticas.

La elección de la actividad lúdica o el juego en sí va a depender estrictamente de la edad, ya que proporcionarle juegos superiores a su capacidad va a producirles frustración, lo que provocará que abandone rápidamente o directamente deje de interesarle ciertas fórmulas de entretenimiento. Del mismo modo, si el juego es demasiado previsible por estar destinado a bebés más inmaduros, producirá aburrimiento y no fomentará el aprendizaje de forma divertida y efectiva, que es, en último término, el objetivo.

De 0 a 3 meses

Los juegos para bebés recién nacidos tienen el objetivo de iniciarlo en su relación con el exterior, abrirle paso hacia el reconocimiento del mundo que le rodea, siempre de forma amena y divertida.

1.  Tummy Time

El conocido como "tiempo de barriga" se enfocará en fortalecer los músculos del cuello y los hombros del pequeño, de este modo, estará más capacitado para gatear cuando llegue el momento. El juego consiste en colocar a tu bebé boca abajo sobre una superficie acolchada y suave, como una manta, y colocar juguetes y otros objetos brillantes que despierten su atención y curiosidad. También es recomendable que sea el padre o la madre quién se acueste frente a él y le hable dulcemente. El bebé buscará con movimientos de cabeza la procedencia de los sonidos y los objetos brillantes.

2.  El juego de las caras

Se puede comprobar fácilmente la fascinación que sienten los bebés por las caras humanas, especialmente por la de los familiares. El juego es muy sencillo, bastará con acercar tu rostro al del recién nacido y realizar gestos y expresiones exageradas, como sonreír, abrir mucho la boca, sacar la lengua, abrir y cerrar los ojos lentamente… De este modo, además de divertirse, también se estará estimulando su capacidad para reconocer facciones y reaccionar a las expresiones, dando energía a su desarrollo emocional, cognitivo y social.

3.  Las canciones de cunas

El canto de melodías suaves con sonidos naturales calmará a la criatura y lo expondrá a ritmos y sonidos innovadores. Es recomendable incluir movimientos suaves y rítmicos al son de la melodía, con las manos acariciando su cuerpo. La música a usar deberá tener patrones muy simples y sonidos armoniosos nada estridentes, melodías repetitivas que ayuden a relacionarlas con el sueño, algo que también influirá en su capacidad de escucha y en la concentración.

De 4 a 6 meses

A medida que van creciendo, aunque sea en periodos de tiempo tan cortos, los juegos tienen que ir evolucionando en la misma medida, adaptándose al aumento de sus capacidades.

Los sonajeros

Con estos meses cumplidos el interés por agarrar objetos habrá aumentado notablemente si, además, al sacudirlos producen sonidos interesantes para ellos. El sonajero es la herramienta ideal para este juego que tiene como objetivo estimular la relación entre el movimiento y el sonido, entre la perspectiva de la mano y el ojo con el sentido de la audición. Si son los padres quienes mueven el sonajero, el pequeño girará la cabeza para localizar la fuente del sonido, por lo que estará ejercitando y desarrollando los músculos, la capacidad auditiva y la habilidad para rastrear objetivos visualmente.

El espejo

Con un espejo frente a ellos comenzarán a adquirir la capacidad de reconocerse a ellos mismos. Es un juego que procura una gran fascinación, estimulando la autoconciencia. Es un paso muy importante en su evolución mental y consciente que los padres pueden aumentar al señalar diferentes partes del cuerpo del bebé.

El cucú- tras

Pocos juegos se relacionan más con esta etapa que el popular cucú-tras. Este clásico que se reproduce de generación en generación y que consiste en tapar el propio rostro con las manos, o con una tela, para luego mostrarla repentinamente con el sonido de cucú, es muy divertido para los niños y niñas de estas edades. Les ayuda a entender el concepto de permanencia, de que las cosas no desaparecen por el hecho de que no se vean.

De 7 a 9 meses

Las actividades que deberán practicar con más intensidad son las relacionadas con las habilidades motoras finas, la resolución de problemas y la imitación.

Apilar objetos

Los bloques de construcción abrirán un nuevo campo de experimentación para el bebé que le servirá para desarrollar habilidades motoras finas y mejorará su coordinación y equilibrio, aprendiendo conceptos como el tamaño, la forma y la secuencia.

El tesoro

Esconder objetos para que él los encuentre fácilmente estimula el sentido de la curiosidad, la exploración y la resolución de problemas, además de ampliar sus habilidades en la destreza manual.

La imitación de sonidos

Otra de las actividades que les encanta al ir cumpliendo meses es la de emitir diferentes sonidos. Los padres, en este sentido, podrán imitar al principio los sonidos que hacen ellos, para ir incorporando nuevos y tratar que sean los pequeños los que traten de emularlos.

De 10 a 12 meses

En esta nueva etapa, los juegos irán más enfocados al movimiento, puesto que el mismo bebé se ha vuelto más activo físicamente.

El escondite

La actividad de esconderse y que el pequeño se mueva por la casa buscando a sus padres es enormemente emocionante, fortaleciendo la comprensión de la permanencia de los objetos y desarrollando las habilidades motoras gruesas.

El baile y los juegos de imitación

Tanto al son de música alegre con el bebé en brazos o cogido de la mano, sosteniéndolo en pie, invitándolo a moverse con la música como golpeando las palmas o tocando objetos para que las repita, se desarrollarán el equilibrio y la coordinación, por un lado, y las habilidades sociales y lingüísticas, por otro.

 

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