¿Cuál es la temperatura ideal para dormir en invierno? Consejos para un descanso perfecto

El invierno trae consigo noches frías, y la temperatura ambiente en la habitación puede influir significativamente en la calidad del sueño, especialmente en bebés y niños pequeños. 

Dormir en un ambiente demasiado frío o demasiado cálido puede interrumpir el descanso y, en el caso de los bebés, aumentar los riesgos asociados a la regulación de la temperatura. Aquí te compartimos cuál es la temperatura ideal para dormir en invierno y consejos prácticos para que toda la familia disfrute de un descanso reparador.

¿Cuál es la temperatura ideal para dormir en invierno?

Para que el cuerpo mantenga una temperatura adecuada durante el sueño, se recomienda que el dormitorio se mantenga entre los 18 y 21°C en invierno. Esta temperatura permite que el organismo regule su propio calor sin necesidad de depender de capas adicionales de ropa o mantas pesadas que pueden incomodar.

En el caso de los bebés, mantener el dormitorio en esta temperatura es esencial para evitar el sobrecalentamiento o el frío excesivo, situaciones que podrían interferir en su descanso y afectar su bienestar.

¿Por qué es importante esta temperatura?

El sueño profundo está ligado a la regulación de la temperatura corporal. Si la habitación es muy cálida, el cuerpo lucha por enfriarse, lo cual puede causar interrupciones en el sueño. Si hace demasiado frío, el organismo trabaja para conservar el calor, lo que también puede dificultar alcanzar un descanso profundo y continuo.

Estudios han demostrado que dormir en un ambiente ligeramente fresco favorece la producción de melatonina, la hormona que regula el sueño, lo cual permite un descanso más profundo y reparador.

Consejos para mantener la temperatura adecuada en la habitación

Mantener la habitación a la temperatura ideal en invierno no tiene por qué ser complicado. Con algunos ajustes en el ambiente y la ropa adecuada, puedes lograr un entorno de descanso perfecto para ti y para tu bebé.

1. Controla la calefacción de manera eficiente

Para evitar temperaturas extremas, ajusta la calefacción a un nivel bajo o moderado. Es preferible una calefacción estable que mantenerla encendida toda la noche a una temperatura elevada. Utilizar un termostato puede ayudarte a regular y mantener la temperatura ideal en el dormitorio, evitando picos de calor que puedan incomodar el sueño.

Si usas calefacción eléctrica o de gas, asegúrate de ventilar la habitación al menos una vez al día para evitar la acumulación de aire seco, que podría afectar las vías respiratorias.

2. Elige ropa de cama adecuada para el invierno

Opta por sábanas y fundas de algodón o franela, que ofrecen abrigo sin sobrecalentar. Evita los materiales sintéticos, ya que tienden a atrapar el calor y pueden aumentar la sensación de bochorno durante la noche. Los edredones de pluma o fibra también son buenas opciones porque permiten regular la temperatura corporal mientras proporcionan el calor adecuado.

3. Viste a tu bebé con ropa adecuada para dormir

Es común que, en invierno, se tienda a abrigar de más a los bebés por miedo a que pasen frío. Sin embargo, es preferible vestirlos con una capa ligera y transpirable, como un pijama de algodón y ropa de cama adecuada a la temporada. Esto permite que el bebé mantenga su temperatura corporal estable y reduce el riesgo de sobrecalentamiento.

Para asegurarte de que el bebé esté cómodo, verifica la temperatura de su pecho, que debe estar cálido pero no sudoroso.

4. Utiliza un humidificador para un ambiente más confortable

El aire seco en invierno puede resecar la piel y las vías respiratorias, afectando la calidad del sueño. Un humidificador ayuda a mantener un nivel de humedad adecuado en la habitación, evitando que el ambiente se vuelva incómodo por el uso de la calefacción. Esto es especialmente útil para bebés y niños, ya que favorece su respiración durante la noche.

Procura mantener la humedad entre un 30% y 50%, lo cual es ideal para un descanso reparador sin riesgos de congestión.

5. Realiza una rutina de sueño relajante

Una rutina nocturna tranquila y predecible puede ayudar a que tanto adultos como niños se preparen para el sueño, ya que el cuerpo asocia estos rituales con la hora de dormir. Para los bebés, un baño tibio antes de dormir o un masaje suave con aceite para bebés Humana puede ayudar a relajarlos y hacer que entren en un estado de calma, ideal para conciliar el sueño.

Beneficios de mantener una temperatura adecuada en la habitación

Dormir en un ambiente fresco y controlado tiene varios beneficios para el descanso y la salud en general. Algunos de los principales beneficios son:

  • Ayuda a mejorar la calidad del sueño: Dormir en un ambiente demasiado cálido puede provocar despertares frecuentes. Mantener una temperatura fresca reduce estas interrupciones.
  • Favorece la producción de melatonina: Como mencionamos, la melatonina es esencial para el sueño profundo y se libera en mayores cantidades en un ambiente fresco.
  • Ayuda a mejorar la salud respiratoria: Un ambiente demasiado cálido puede secar las vías respiratorias. Con la temperatura y la humedad adecuadas, se reduce el riesgo de congestión y de irritación.
  • Puede disminuir el riesgo de sobrecalentamiento en bebés: Para los más pequeños, que aún no regulan bien su temperatura corporal, mantener una habitación fresca ayuda a evitar el sobrecalentamiento y mejora la seguridad durante el sueño.

Mantener una temperatura ideal en la habitación durante el invierno no solo mejora la calidad del sueño, sino que también contribuye al bienestar general y al descanso seguro de toda la familia. Con algunos ajustes en la calefacción, ropa de cama y accesorios adecuados, puedes crear el ambiente perfecto para un descanso reparador. ¡Disfruta de las noches de invierno con tranquilidad y asegúrate de que tu bebé también duerma cómodamente!

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