Frutas y verduras de otoño: ideas para la merienda de tus hijos

El otoño llega con nuevos sabores, colores y oportunidades para enriquecer la alimentación de los más pequeños. Las frutas y verduras de temporada no solo aportan variedad a sus meriendas, sino que también están en su mejor momento de sabor y nutrientes. En este artículo te damos ideas sencillas, sabrosas y saludables para que las meriendas de tus hijos sean todo un éxito.

Beneficios nutricionales y económicos

  • Más nutrientes en su mejor momento: al recogerse en su punto óptimo de maduración, conservan mejor sus vitaminas, antioxidantes y minerales.
  • Refuerzo para el sistema inmunológico: muchas frutas y verduras de otoño (como la granada o la calabaza) aportan vitamina C, A y zinc, perfectas para prevenir resfriados.
  • Más sabor y menos aditivos: los alimentos de temporada no necesitan madurar artificialmente, por eso saben mejor y son más naturales.
  • Mejor precio: suelen ser más económicos porque hay mayor oferta local y requieren menos transporte y conservación.
  • Más sostenibilidad: reduces tu huella ecológica al evitar productos importados o fuera de temporada.
  • Educación alimentaria para tus hijos: enseñarles a comer lo que da la naturaleza en cada estación es un aprendizaje valioso para toda la vida.

Recetas de merienda con frutas y verduras de otoño

Aprovechando los ingredientes que nos regala el otoño, puedes preparar meriendas saludables, sabrosas y adaptadas a cada etapa. Aquí te damos algunas ideas fáciles y nutritivas:

  • Compota templada de manzana y pera con un toque de canela, ideal para bebés a partir de 6 meses. Una opción casera, suave y digestiva para los más pequeños.
  • Bizcochitos caseros de zanahoria o calabaza, sin azúcar añadido, perfectos para niños de 1 a 3 años. Su textura es esponjosa y fácil de manejar con las manos.
  • Chips de boniato al horno con aceite de oliva y un toque de pimentón dulce, ideales como snack salado para niños más mayores.
  • Batido suave de plátano con leche y unos granos de granada, una forma divertida y diferente de tomar fruta para merendar, rico en antioxidantes y vitamina C.
  • Tostadas integrales con crema de frutos secos y láminas de manzana, una combinación perfecta de energía, fibra y grasas saludables, recomendada para peques a partir de 4 años.

Y si tu peque tiene digestiones sensibles después de la merienda puedes contar con Colimil Baby para aportarle bienestar digestivo.

Frutas y verduras otoñales ideales para la merienda

Frutas estrella: manzana, pera, uvas y granada

Estas frutas son dulces, hidratantes y fáciles de preparar:

  • Manzana y pera: crudas, asadas, en compota o con yogur natural.
  • Uvas: sin pepitas y partidas a la mitad si son para peques.
  • Granada: perfecta para añadir a ensaladas de fruta o yogur, aporta antioxidantes y un toque crujiente.

Todas ellas son fuentes naturales de fibra, vitamina C y antioxidantes, y aportan energía sin necesidad de azúcares añadidos.

Verduras versátiles: calabaza, boniato y zanahoria

¿Verduras en la merienda? ¡Claro que sí! Estas tres son dulces, suaves y muy nutritivas:

  • Calabaza asada en bastones o como base de muffins caseros.
  • Boniato al horno, con canela o como chips crujientes.
  • Zanahoria rallada o cocida, ideal en bizcochos o con hummus.

Una forma creativa de incluir verduras en su día a día sin que protesten.

Meriendas para peques

Textura adaptadas por edad

Es importante adaptar la merienda a la etapa de desarrollo del niño:

  • Bebés (a partir de 6 meses): compotas, purés suaves, fruta cocida.
  • De 1 a 3 años: trozos blandos, snacks caseros que puedan morder y manipular.
  • A partir de 4 años: meriendas completas que incluyan fruta, algo de proteína y carbohidratos complejos.

Así fomentas su autonomía alimentaria sin descuidar la seguridad ni el valor nutricional.

Conclusión: meriendas otoñales que cuidan de tus hijos

El otoño es una oportunidad maravillosa para enriquecer la alimentación de tus hijos con nuevos sabores y texturas. Apostar por frutas y verduras de temporada no solo aporta más nutrientes y sabor, sino que también enseña a los más pequeños a disfrutar de lo que la naturaleza ofrece en cada estación.

Con un poco de creatividad, las meriendas se convierten en momentos deliciosos, saludables y llenos de energía para que tus hijos crezcan fuertes y felices.

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